Periodo de Adaptación Infantil
El Periodo de Adaptación es el tiempo que requiere cada niño/a para asimilar su introducción a la escuela.
Ya sea en la escuela infantil o en la primaria, al inicio de cada etapa siempre existe un periodo de adaptación, sin embargo, el más difícil es el de la guardería, debido a la temprana edad de los niños y a su escasa madurez para asimilar los cambios.
A continuación, cito los 5 objetivos del periodo de adaptación y los consejos a seguir para alcanzarlos:
1. Asimilar la separación de la figura de apego.
La separación es tan dura para los niños como para los padres, por esa razón, debe ser progresiva, limitándose a unas pocas horas durante los primeros días, por ejemplo, dejando al niño en la escuela solo durante media mañana.
Es importante que las educadoras ofrezcan al pequeño el afecto y la atención necesaria, para que se sienta seguro y querido como en casa, ya que de esta manera evitaremos la sensación de abandono que puede sufrir durante este periodo.
Además, la familia debe tratar de normalizar la situación e intentar no dramatizar en cada despedida, convirtiendo en rutina la entrada a la escuela y no en un momento de tristeza y compasión.
2. Aceptar el nuevo espacio y materiales.
Conseguir este objetivo es, principalmente, tarea de los educadores. Para ello, durante las primeras semanas, las actividades deberán ir dirigidas al conocimiento de los espacios, interiores y exteriores, así como de los materiales con los que habitualmente trabajarán.
Aunque será en la escuela donde consigan este objetivo, en casa también pueden colaborar, por ejemplo, repitiendo las actividades que hayan hecho en el cole y utilizando los mismos materiales para que vayan familiarizándose con ellos (plastilina, pintura de manos, ceras…)
Otro consejo para ayudar a que acepten rápidamente sus nuevos materiales escolares, es implicar al niño en la compra de sus nuevos complementos como el uniforme escolar, la mochila escolar, el babi o bata infantil…
3. Socialización con otros niños y adultos.
Para algunos niños, la guardería es el primer contacto con personas de fuera de su entorno más cercano, por tanto, debemos entender sus posibles conductas de rechazo y mostrar paciencia y comprensión ante ellas.
En este punto, encontraremos muchas diferencias en la adaptación de cada niño, ya que algunos pueden ser más sociables que otros.
El primer consejo es que los padres visiten la escuela precio inicio de las clases, para que el pequeño/a tenga sus primeros contactos con la educadora antes de quedarse a solas con ella. De esta forma cuando llegue la primera despedida, no tendrá la sensación de quedarse en manos de un extraño.
En cuanto a la escuela, lo más recomendable es realizar actividades que fomenten la socialización entre los niños/as, motivándoles a interactuar entre sí, pero sin forzar la situación. También es aconsejable que existan tiempos para el juego libre, en los que los pequeños decidan si acercarse al grupo o disfrutar de su espacio.
4. Adaptarse a la nueva rutina.
Antes del inicio del curso, la familia debe conocer los horarios y rutinas de la escuela y empezar a aplicarlos en casa, ayudando así a que el periodo de adaptación sea lo más breve y traumático posible.
Se aconseja adoptar los mismos horarios de comida, despertar al niño temprano durante las semanas previas al comienzo de las clases o pautar (en la medida de lo posible) las horas de sueño y su duración.
Por otro lado, las educadoras deben preparar a los alumnos para esta nueva rutina, explicándoles en cada momento la actividad que vendrá después, de forma sencilla y repetitiva, hasta que llegue el día, por ejemplo, en que con solo sacar la bata escolar, entiendan que ha llegado el momento de la comida. Para ello, también pueden ayudarse con música, utilizando canciones que marquen el inicio de cada tarea, un ejemplo serían las canciones de bienvenida para indicar el comienzo de la jornada escolar.
Es fundamental una comunicación fluida y constante entre padres y educadores, de manera que la familia sepa siempre cómo ha sido la rutina del pequeño y pueda reproducirla en casa para que éste se habitúe a ella con más facilidad.
5. Aprender las primeras normas de convivencia.
Durante el periodo de adaptación, los niños/as aprenden sus primeras normas de convivencia, pero es un proceso arduo, ya que no están acostumbrados a tener que aceptar “órdenes” de alguien distinto a sus figuras de apego.
Por esa razón, las educadoras deberán armarse de paciencia e intentar que aprendan más por imitación que por obligación, es decir, si tenemos un niño/a que ya ha aprendido a compartir, dejaremos que el resto vea cómo actúa y le imite, antes de obligarle a compartir.
Aprender a permanecer sentado, a guardar silencio o mantener el orden de los materiales, son cosas complicadas a esta edad, pero, una vez más, la profesional tarea de las educadoras, junto con la imprescindible colaboración de las familias, harán que el niño aprenda y asimile estas normas como algo positivo que favorecerá su integración en la escuela y su relación con el grupo.
El periodo de adaptación finaliza cuando el niño asiste con normalidad al centro, considera la vida escolar como una situación cotidiana, consigue una cierta estabilidad emocional, asumiendo con más tranquilidad los momentos de separación y reencuentro con las familias y disfruta de la estancia y las actividades en la escuela infantil.
