Uniforme infantil: origen y evolución
En la actualidad, son muchos los centros escolares en los que se emplea el uniforme como indumentaria oficial, pero ¿sabemos quién o quiénes dieron origen a esta práctica?
Para los que todavía no lo sepan, el origen del uniforme escolar se dio en los centros educativos católicos de Gran Bretaña, donde las órdenes religiosas establecieron una única indumentaria para los alumnos, con dos claros objetivos: economía e igualdad. Sin duda, el uso del uniforme en la guardería, colegio o instituto, supone un ahorro importante para las familias, ya que conlleva menos gasto en ropa y además son duraderos. Por otro lado, en cuanto a la igualdad, el uniforme ayuda a que no existan distinciones entre los alumnos por la calidad o marca de sus prendas, puesto que todos visten igual.
Estos primeros uniformes constaban, en el caso de los chicos, de pantalón y camisa o polo liso, y en el caso de las chicas, camisa y falda a la altura de las rodillas o por debajo de éstas. En aquellos tiempos, los zapatos y la chaqueta (no abrigo) no estaban incluidos en el uniforme. Sin embargo, esto ha ido cambiando y, en la actualidad, ambos complementos forman parte de la uniformidad escolar.
Por otra parte, originalmente los alumnos contaban con un único uniforme, el cual era utilizado tanto para las clases lectivas, como para realizar ejercicio físico, mientras que ahora, las escuelas cuentan con un tipo de indumentaria diferente para cada una de estas actividades.
Como cualquier moda, tanto el uniforme de la escuela infantil como el de la escuela primaria y secundaria, ha ido evolucionando y ampliando su variedad.
En cuanto a la variedad, cada centro escolar utiliza un estilo, unos colores e incluso unos tejidos diferentes, que les ayudan además a diferenciarse y dar una imagen corporativa de la escuela, como ya comentamos en nuestro anterior post “El uniforme como estrategia de marketing”.
Para hablar de la evolución de los uniformes, utilizaré esta cita de Coco Chanel “La moda cambia, pero el estilo resiste”. Es decir, los uniformes han cambiado en su forma y color, pero mantienen intacto el estilo original, como se puede apreciar en estas imágenes que comparan un uniforme de los años 50, con uno actual
En algunos casos, observamos que las faldas han ido acortándose y, en líneas generales, se ha convertido en una indumentaria algo más informal de lo que era en su origen. No obstante, en cada país, según su cultura y costumbres, encontraremos grandes diferencias. Por ejemplo, en lo que a la falda se refiere, distará mucho el uniforme de una escuela árabe al de una escuela británica.
En lo que sí hay gran diferencia es en el uso de los colores. En antaño, los tonos elegidos para la indumentaria oficial de la escuela, eran el negro, azul oscuro, gris y blanco, este último para las camisas y polos. Sin embargo, en el siglo XXI todos los colores son válidos para nuestros uniformes, destacando los uniformes de guardería por ser los más coloridos y llamativos.
Después de esta lectura, ya sabréis donde empezó el uso del uniforme, con qué objetivos se implantó y cuál ha sido su evolución. Solo nos falta un dato ¿cuándo? pues hay fuentes que datan el origen del uniforme allá por el año 1.500 y otras dicen que no fue hasta el siglo XVIII cuando surgió. En cualquier caso, hace ya cientos de años que existe y que las escuelas del mundo entero lo utilizan, entonces ¿a qué esperas para elegir el uniforme de tu guardería o escuela infantil?
Si necesitas ideas para la elección, puedes fijarte en el uniforme de este colegio leonés que ha sido reconocido por la revista de moda Vogue como uno de los uniformes más estilosos del mundo, como podréis leer en este artículo del diario Información: