comida infantil

Comida en la Escuela Infantil

COMIDA EN LA ESCUELA INFANTIL

Hoy en día, la mayoría de las familias con niños/as pequeños, se encuentran con una misma realidad: trabajos con horarios dispares que dificultan la conciliación de la vida laboral y personal.

Con el objetivo de facilitar la vida a estas familias, gran parte de las escuelas infantiles, bien sean privadas, públicas o concertadas, ofrecen a los padres el servicio de comedor para sus hijos.

Si bien este es el principal objetivo, la comida en la escuela infantil tiene también otras finalidades importantes, por ejemplo, la finalidad educativa.

Para aquellos que no lo sepan, es de total obligatoriedad que las personas que acompañan a nuestros hijos durante los momentos de la comida, en la guardería o escuela infantil, deban ser educadores o, en su defecto, monitores de comedor (titulación adquirida mediante una formación específica). La razón de que se exija este requisito, reside en el objetivo educativo implícito en esta actividad.

comida babero

Aunque, a priori, pueda parecer que el niño/a solo está comiendo, la realidad va mucho más allá. La comida es parte significativa de su rutina  y debemos concederle el valor que merece como medio de aprendizaje y socialización, ya que mientras comen, están desarrollando múltiples habilidades y adquiriendo nuevos hábitos. A continuación, enumero todas aquellas destrezas que aprenderán y pondrán en práctica mientras disfrutan de su menú:

  • Hábitos de higiene: adoptarán la saludable costumbre de lavarse correctamente las manos antes y
    después de cada comida, así como también aprenderán a usar la servilleta para limpiarse y a ponerse ellos solos el babi o bata escolar, evitando así manchar su ropa.
  • Rutina alimentaria: es fundamental que los pequeños tengan una rutina pautada y estable para todos sus quehaceres diarios, incluida la comida. Por esa razón, cada niño/a tomará el almuerzo, la comida o la merienda siempre a la misma hora. De esta forma, cuando el pequeño esté en casa y se acerque la hora de su comida, ya sabrá cuál es su tarea y nos evitaremos enfados innecesarios.
  • comida normasNormas de convivencia: pese a la comida reglasnecesidad de actividad física constante de los niños/as, debemos enseñarles que el momento de la comida es tiempo de calma. Durante la comida, todos deberán permanecer sentados y no armar alboroto, ni molestar al resto de compañeros que están comiendo. Además, aprenderán a no hablar mientras comen.
  • Vocabulario: la comida nos ayudará a enseñarles nuevos conceptos como los colores y los nombres de cada alimento. Podemos incluso hacer juegos sencillos para animar a los niños/as con este aprendizaje, por ejemplo: “El primero que adivine el nombre de esta fruta, repartirá el postre a sus compañeros”.
  • comida divertidaDiversión: para la mayoría de los niños/as, el momento de la comida supone todo un trauma, ya que, implica dejar de jugar, estar sentado e incluso tener que tomar alimentos que quizá no le gusten. Por ese motivo, es fundamental el papel de los educadores o monitores, quienes tendrán la labor de convertir este momento de suplicio, en un tiempo de disfrute y diversión. Un consejo para hacer más amena la comida, es usar la imaginación y crear presentaciones divertidas de los platos, como en los ejemplos de la foto.
  • Nutrición: aunque ellos no sean conscientes de esto, los padres sí deben serlo. En las escuelas infantiles se ofrecen menús (o al menos así debe ser) cuyos ingredientes cubren las necesidades nutricionales de los niños/as, por tanto, se acostumbrarán a comer alimentos sanos y nutritivos, ayudando con ello a un correcto desarrollo físico.
  • comida utensiliosManejo de utensilios: también ponemos a trabajar la psicomotricidad fina de los niños/as, aprendiendo a coger y usar correctamente los cubiertos, evitando, por supuesto, el acceso a cuchillos, palillos y demás utensilios que puedan resultar peligrosos a estas edades.
  • Socialización: por último, ahora que ya hemos hecho de la comida un momento de diversión, debemos utilizarlo para potenciar las relaciones entre los niños/as y promover actitudes positivas, tales como la de ser generoso y aprender a compartir, algo que conseguiremos con un gesto tan simple como pedir a cada niño que de un pedazo de su pan o un gajo de su naranja al compañero. También se fomentará el trabajo en equipo y la ayuda, por ejemplo, colaborando con las docentes en la tarea de poner la mesa o ayudándose entre ellos a ponerse y quitarse la bata escolar.

YO COMO, TÚ COMES, NOSOTROS COMEMOS, VOSOTROS COMÉIS Y ELLOS…

¡ELLOS JUEGAN, APRENDEN Y DISFRUTAN COMIENDO!

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