Juegos: su importancia en la guardería o escuela infantil

IMPORTANCIA DE LOS JUEGOS EN LA EDUCACIÓN INFANTIL

Durante la primera etapa de la educación infantil, en la escuela infantil, es decir, de 0 a 3 años, los niños y niñas deben aprender de una forma lúdica. Por esa razón, es importante prestar atención al tipo de juegos que deben practicar durante esta etapa.

Tal es la importancia de los juegos como herramienta de aprendizaje, que existen muchos estudios y clasificaciones al respecto.  Las teorías más relevantes acerca de la importancia de los juegos en la educación infantil y la clasificación de los mismos, han sido desarrolladas por reconocidos psicólogos, pedagogos o filósofos como María Montessori, Karl Grooss, Sigmund Froid, Lev Vygotski o Jean Piaget.

En este post nos centraremos en la clasificación de los juegos según Piaget,  ya que es, a mi modo de ver, la más clara y concisa. El famoso epistemólogo y psicólogo, asocia las estructuras básicas del juego con las fases evolutivas del pensamiento humano, por esa razón, divide los juegos según la edad del niño/a. A continuación, enumero los tipos de juego según Piaget:

1. Juego de ejercicio o motor: Este tipo de juego se da entre los más pequeños, de 0 a 2 años, y se basa en el movimiento, la manipulación y la observación de objetos y personas. El juego motor desempeña un papel importante en el progreso físico y psicológico de los bebés, contribuyendo al desarrollo de habilidades como caminar, correr, saltar, mantener el equilibrio, lanzar o capturar objetos. Dar palmas o lanzar la pelota, serían dos claros ejemplos del juego motor.

1. Juego simbólico: Este juego aparece cerca de los 2 años, cuando los niños/as son capaces de representar o simular aquello que no está presente. El juego simbólico contribuye al desarrollo del lenguaje, ayuda a la expresión de los sentimientos, promueve la imaginación, favorece la creatividad y le inicia en el juego colectivo. Algunos ejemplos de este tipo de juego, en el que los pequeños evocan situaciones ficticias como si fueran reales o imitan comportamientos de los adultos, serían los siguientes:  jugar a ser un superhéroe, cuidar de los muñecos como si de bebés se tratara o jugar imitando un oficio como el de carpintero.

1. Juego de construcción: Se inicia alrededor del año, aunque no es hasta los 3 años cuando alcanza su máxima expresión y los niños/as comienzan a colocar piezas y señalar límites con ellas. Son típicos los juegos de construcción con bloques de formas geométricas apilables o encajables.

1. Juego de reglas: Aunque se inician de una forma simple a los 4 años, será a partir de los 7 años cuando las reglas se conviertan en la base del juego. Gracias al desarrollo social, adquirido mediante el juego simbólico, los niños/as aprenden a participar en estos juegos colectivos y a aceptar las normas establecidas para jugar.
    

    

Piaget se centró en la teoría evolutiva para desarrollar su clasificación, pero podemos dividirlos en otros grandes grupos atendiendo a diferentes aspectos. Por ejemplo: de exterior o interior según el lugar donde se juegue, colectivos o individuales dependiendo del número de jugadores, dirigidos-libres o presenciales en función de la participación del adulto… y así hasta un sinfín de clasificaciones diferentes.

Sea cual sea la teoría que elijamos, todas coinciden en un mismo punto: El juego es imprescindible para el aprendizaje y el desarrollo íntegro del niño/a.

Ahora que ya conocemos los distintos tipos de juego, debemos aprender a  diferenciar lo que es juego de lo que no lo es. Estas son las características del juego:

• Es innato. Todos los niños/as, tienen la necesidad y la voluntad de jugar desde que nacen.
• Es placentero. El juego debe producir estimulación en los niños, y resultar motivador y agradable.
• Tiene un fin. Para el niño/a la finalidad es divertirse mientras aprende y disfruta del juego.
• Conlleva una participación activa por parte del niño/a. El juego debe ser voluntario, sin forzar nunca la participación de los niños.
• El juego no implica el uso de materiales o juguetes. Gracias a la imaginación, los niños/as son capaces de jugar haciendo uso únicamente de su cuerpo.

Por último, una vez explicadas las diferentes tipologías de juego  y sus características, y entendiendo la importancia de los mismos en el desarrollo de los más pequeños, es necesario que tanto padres como educadores motiven a los niños/as a jugar y aprender jugando, facilitando los recursos necesarios para el juego, como por ejemplo, un espacio adecuado y una vestimenta cómoda, ya sea su ropa de diario o su uniforme infantil o bata escolar, que les permita disfrutar del juego con total libertad de movimientos.